Los antiguos habitantes de Maucallacta, restos arqueológicos ubicados a 9 kilómetros de Pampacolca (Castilla – Arequipa) rendían culto al Coropuna, una montaña blanca y hermosa que según la leyenda es una princesa llamada “ccoripuma”. Ésta se enamoró de un príncipe del imperio incaico, quien abandonó el Cusco para quedarse con ella. El dios sol le ordenó volver y él desobedeció. Allí vino el castigo: la bella muchacha fue convertida en nevado y el joven escapó hacia Andagua (poblado de la misma provincia de Castilla) perseguido por lenguas de fuego. Como intentaba alejarlas de su cuerpo metía la cabeza en la tierra de tramo en tramo. Por eso el suelo de aquella zona está calcinado y los lugares donde el príncipe se ocultó se transformaron en volcanes.
(Lo escuchamos en medio de la semana santa de Pampacolca, cuando las actividades religiosas se detienen y hay tiempo para realizar algunas visitas y quedarse a los pies del Coropuna)
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